Disponer de un espacio destinado a la tranquilidad y a la calma, es una buena forma hacer físico de manera simbólica un estado que en realidad está en nuestro interior. En uno de los episodios de mi podcast, del que te dejo enlace a continuación, te propongo un ejercicio de inducción al que he llamado precisamente “Tú rincón interior de calma”.
Este rincón especial es como un refugio en el cual poder encontrar la paz en medio del mar de emociones por el que solemos transitar a menudo. Podemos crear este espacio tanto destinado a adultos como para niños. De hecho, hay veces que los niños, de manera natural, en sus ratos de juego se crean tiendas de campañas improvisadas, se habilitan espacios debajo de las mesas, etc. Esto muestra que posiblemente en la infancia todavía nos es necesario sentir esta sensación de espacio de calma interna en un lugar externo.

Es muy sencillo construir en un lugar tranquilo, una relación positiva con uno mismo y con momentos de soledad. Esto supone muchos beneficios a medio y largo plazo. Esta es una idea contraria al “rincón de pensar” que se aplica a los niños normalmente como castigo.
La autogestión emocional es una habilidad superior, o soft skill (habilidad blanda) que empezamos a adquirir en nuestros primeros años de vida pero que, necesita ser ejercitada para adquirir un mayor grado de autoconocimiento. Sin esta esta capacidad, las personas quedamos a merced de las emociones que cuando se desbordan ya no guían, si no que nos superan. Entramos en un bucle de impulsos reactivos en lugar de actuar con una respuesta centrada y comedida que nos permita reflexionar sobre las emociones experimentadas.
El rincón de la calma no se debe de confundir con un espacio de represión de las emociones. Es un buen recurso para sentirlas e identificar qué información aportan a la persona en este momento. De esta forma, se puede volver a un estado inicial previo al impacto emocional con neutralidad.
“El rincón de la calma está en tu interior y sólo necesitas establecer contacto con él”.
Este enlace te lleva al episodio mencionado del podcast:
CREAR UN LUGAR DE CALMA;
- Elegir un lugar tranquilo y decorar de manera acogedora con elementos como cojines, velas, telas, imágenes que transmitan tranquilidad, etc.
- Destinar un espacio permanente destinado a este fin. Es preferible que esté recogido.
- Disponer de medios para recuperar la calma (un bote de relajación, mandalas para colorear, pelotas antiestrés, globo de respiraciones, música para la calma, etc. ).
- Señalizar el lugar y exponer unas sencillas normas sobre su uso.
- Introducir elementos para trabajar el enfado en el caso de los niños (papeles viejos para romper, material de dibujo para dibujar emociones, etc.).
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