Hoy os presento una sencilla forma de practicar que se puede realizar en cualquier momento y con interesantes beneficios.
La técnica del STOP te ayuda a salir del modo piloto automático, mantener un estado de calma y ser cada vez más consciente del momento presente.
Su nombre se debe a que cada una de las letras que compone la palabra se asocian a un paso de la práctica. De esta manera;
S.- Stop, parar.
T.- Toma dos respiraciones.
O.- Observa interior y exteriormente.
P.- Prosigue, continua.
Puedes ponerla en práctica en cualquier momento del día para centrar tu atención. Se recomienda que no sea un momento crítico o de excesiva carga emocional.
En cuanto a la duración recomendada, entre 30 segundos y 2 minutos está bien.
PROCEDIMIENTO:
Primero.- Se trata de hacer una pausa, una parada voluntaria con la que rompemos la dinámica mental y nos centramos en el presente.
Segundo.- Atendemos a la respiración natural sin hacer ninguna modificación en su ritmo. Sigue dos ciclos de respiración, esto es, inhalamos y exhalamos dos veces.
Tercero.– Observamos o chequeamos la experiencia interna y la externa. Podemos fijarnos en el flujo de pensamiento. Si es rápido o lento. Si la mente está agitada o tranquila. Luego pasamos al estado emocional, ¿estamos alegres o tristes?, tal vez tu estado sea neutro. Etiqueta estas sensaciones. También puedes prestar atención a las sensaciones físicas, los puntos de contacto con el suelo, tensiones, dolor, etc. Después amplia el foco y lleva tu atención a las sensaciones del exterior. Los sonidos, la impresión de la temperatura en la piel, el movimiento.
Cuarto.- Por último, prosigue, continua con lo que estabas haciendo. Verás que la experiencia cambia en relación a cómo estaba antes de empezar. Se suele sentir una mayor tranquilidad y estarás más centrado/a. Al principio el cambio será sutil pero poco a poco lo irás notando más. También puedes utilizar esta práctica para hacer un reset o un punto de inflexión en tu día. Así podrás pasar de una actividad a otra sin cargar con nada de la anterior. De esta manera serás más eficiente.
Es bueno repetir varias veces al día la técnica como rutina de práctica informal. Entre tres y cinco veces esta bien.
Vas a darte cuenta de que cada vez estarás más centrado/a. Es muy gratificante ver como poco a poco te surge hacer las paradas de manera espontánea. En medio de una situación tensa, te ayuda a responder de manera asertiva y sosegada.
Al principio es fácil que se te olvide hacer los stop. Es aconsejable que te pongas una alarma, post-it, pegatinas, etc. a modo de recordatorio.
Y con esto ya puedes empezar, sólo debes recordar;
- Stop – para.
- Toma dos respiraciones.
- Observa.
- Prosigue – continua.
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¡Gracias!