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Si de entrada ya no te gusta lo que vas a intentar conseguir, no te engañes, vas a abandonar seguro. Aún más si te supone un esfuerzo añadido. Algunos ejemplos que pueden resultarte familiares son el gimnasio, las dietas, actividades relativas a modas temporales, etc.
Debemos entrenar nuestras acciones cultivando hábitos y que sean para siempre, que no supongan un esfuerzo excesivo y que se acomoden a nuestro estilo de vida.
Tres cosas necesitamos para empezar, ser conscientes de que queremos cambiar, detectar qué es lo que queremos cambiar y estar dispuestos a obtener resultados diferentes a lo que estamos acostumbrados.
Es importante favorecer el conocimiento de uno mismo, seleccionar bien la información y cultivar el Ser.
– Autoconocimiento; es fundamental encontrar aquellas actividades que te mueven, te gustan y te apasionan. Aquellas en las que el tiempo pasa sin darte cuenta.
– Información; Una vez seleccionadas las actividades que te motivan, debes buscar toda la información posible. Con internet es sencillo, también hay multitud de libros y otras fuentes para que te llegues a convertir en un experto. Esto es aplicable a cualquier ámbito que te interese, disciplinas artísticas, moda, deporte o literatura son solo unos ejemplos.
– Cultiva tu Ser; practica algún tipo de meditación adaptada a tu estilo de vida, puede ser formal o informal, esto aumentará poco a poco tus momentos inspiración y tu creatividad. Personalmente te recomiendo los paseos conscientes disfrutando del entorno, si puede ser en la naturaleza mejor.
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