Las emociones son un indicador, un testigo que nos muestra cómo nos afectan las situaciones y personas que nos rodean, o mejor dicho, cómo son interpretadas por nuestros pensamientos. Las emociones reflejan nuestros pensamientos en el cuerpo. Por ejemplo, nos sonrojamos cuando aparece la vergüenza, sudan las manos debido a la incertidumbre o a estados de nerviosismo y se nos agita la respiración cuando sentimos ansiedad o nos hemos disgustado. Son muchos los ejemplos.